El fútbol es un deporte maravilloso, la práctica del mismo conlleva unos valores que forman parte de le vida y no solo de los jugadores y jugadoras sino también de los familiares de ellos y ellas y de las aficiones que acuden cada fin de semana a un campo de fútbol.
La sociedad ha evolucionado mucho y para bien, se tienen en cuenta emociones y sentimientos e ilusiones, se empatiza mucho más con con tu hijo/a, con tu amigo, incluso con el que tienes al lado.
Pero por desgracia hay algo que todavía no hemos conseguido como sociedad y como deporte, en este caso el fútbol que en nuestro país es el deporte mayoritario, del que todo el mundo entiende, del que todo el mundo sabe y del que todos al menos una vez, hemos realizado un comentario soez, ya sea sobre el árbitro, jugadores o jugadoras, entrenadores rivales o propios o incluso jugadores o jugadoras de nuestro equipo o del equipo de nuestros hijos.
Cada fin de semana se pueden leer noticias de agresiones físicas o verbales en un campo de fútbol, profesional, amateur y de fútbol formativo, muy grave en todos los casos, pero más si cabe en el fútbol formativo dónde participan los y las jóvenes deportistas menores de edad que no entienden por qué alguien que no conocen le tienen que insultar, cohibir o incluso agredir.
Por favor, seamos conscientes como sociedad que en el fútbol ni en el deporte no todo vale, no nos llevemos al terreno personal los errores del que arbitra, no nos llevemos al terreno personal el que un jugador o jugadora haga una falta más o menos grave a un contrario a tu hijo/a y no llenemos las gradas de gente enervada, que protesta, que presiona, que menosprecia a propios
y/o rivales, que grita desde la grada, en una posición más elevada con tono de superioridad o con intención de agredir verbalmente o incluso de amedrentar a un jugador/a.
NO A LA VIOLENCIA EN EL FUTBOL
Venir al campo y disfrutar, tomaros un café, un vermú, un bocadillo, reír, valorar el esfuerzo de todos los jugadores y jugadoras más allá de lo acertados que puedan estar, seguro que están dando lo mejor de sí mismos/as; aplaudir y animar y respetar a los demás, y si alguien te inoportuna apártate, denúnciale, pero no te pongas a su nivel, si no, también pierdes la razón. Seguro que todos compartimos esta reflexión; ahora solo nos falta ser capaces de ponerla en práctica cada fin de semana sin excepción.
POR UN FUTBOL LIBRE Y DIVERTIDO PARA TODOS
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